Nuestro proceso

Xiaman es un ensamble hecho a base de dos agaves, 50% Agave Tepextate y 50% Agave Espadín, este ensamble consigue un balance delicado, perfecto en aromas y sabores.

El Tepextate  es un agave silvestre, requiere entre 25 a 30 años en madurar, mientras que el Agave Espadín madura entre los 3 y 8 años.

Nuestros palanqueros tienen la tradición de solo cortar el agave en luna llena, 5 generaciones les ha enseñado que es cuando las plantas producen mas azúcar.

Nuestros maestros mezcaleros zapotecos de Santo Tomas de Arriba, son herederos de una maravillosa tradición. Tras cortar las pencas las cuecen juntas durante 6 días en un horno de piedra volcánica.

La piña se machaca en una antigua Tahona movida por una mula; después los fragmentos se colocan en tinas de madera con agua pura de manantial durante 15 días para la fermentación. El jugo se destila en alambiques de lamina de cobre; únicamente se utiliza el corazón de la destilación donde se concentran los mejores aromas y sabores.

Los primeros litros en obligado ritual se vierten sobre la sagrada tierra para rendirle tributo a la Madre Naturaleza.

Nuestra botella

Diseñado por el maestro artista Maurilio Rentería, cada una de las botellas de vidrio soplado pintadas, etiquetadas y finamente esmeriladas, coronadas con un tapón cubierto con cuentas de chaquira en forma de cabeza de jaguar, es una verdadera obra de arte realizada por un grupo de wixárica. artesanos nativos.

Cada botella cuenta con más de 13 horas de trabajo manual, Xiamán es una obra maestra totalmente artesanal. Cada una de las botellas son cuidadosamente numeradas por nuestro máster mezcalier. En suma además del contenido, cada pieza se convierte en una pieza de fina creación y digna de coleccionarse ya que es resultado del esfuerzo y talento de orgullosos mexicanos.